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LAS TERMÓPILAS DE RANCAGUA

POR

CAMILO OSORIO GÁLVEZ

Historiador

Candidato a Magister en Historia Militar y Pensamiento Estratégico de la Academia de Guerra del Ejército

Ciertamente es posible creer que la Antigüedad Clásica es una realidad muy lejana y que no tiene relación con la construcción de nuestra historia o nuestra identidad; pero investigando un poco en las fuentes que nos sirven para construir relato en los hechos de la Independencia, encontramos una gran influencia de los textos clásicos en estos registros. Así entonces, se relaciona, a manera de ejemplo, la figura de José Miguel Carrera con la conjura de Catilina, cuando el jefe patriota estaba en el exilio y a través de publicaciones, expresaba su idea de volver al país; lo que en Chile de ese entonces fue visto como la construcción del discurso del traidor, y también encontramos apelativos clásicos para referirnos a O´Higgins como el “Leónidas de Rancagua” y a la batalla de 1814 como una clara referencia a la batalla del 480 a. C. en el contexto de las Guerras Médicas que enfrentaron a los griegos y persas entre el 492 y el 449 a. C. lo que nos lleva a una primera interrogante: ¿Qué tienen en común hechos ocurridos en épocas tan distantes y contextos distintos? De alguna forma, la respuesta tiene que ver con el significado de ambas acciones, en que la resistencia heroica ante un enemigo que es eminentemente superior, tanto en cantidad de soldados como en los medios para enfrentar el combate, hacen de ambas acciones un ejemplo en que la causa por la cual se pelea, siga persistente y la lucha continúe.

Tanto la Batalla de las Termopilas como la Batalla de Rancagua terminaron en sendos desastres para los griegos en el primer caso, como para los patriotas en el segundo. Sin embargo, el ejemplo de arrojo, valentía y patriotismo mostrado en ambas acciones, inspiró a los ciudadanos para perseverar en la lucha y resistir la adversidad que se avecindaba para lograr la independencia, y por lo tanto, quienes siguieron, lucharán por la libertad. Es seguramente este ejemplo que llevó a Bernardo de Vera y Pintado a relacionar por primera vez estos hechos de armas en las “Exequias dedicadas el día 4 de noviembre de 1817 por el Supremo Gobierno de Chile a la Ilustre Memoria de los mártires de la libertad en la Sangrienta batalla del 1 y 2 de octubre de 1814 en la ciudad de Rancagua”; Texto que en la actualidad se encuentra en la Sala América de la Biblioteca Nacional y resalta el carácter de heroísmo de ambas acciones, en un acto solemne del Gobierno de Chile, que incluyó el uso de brazaletes negros en señal de luto y el desfile de una unidad de formación que rendía homenaje a los sobrevivientes de esa acción militar.

En este sentido, examinando ambas acciones, encontramos diversos puntos en común, partiendo por el hecho que tanto los griegos como los patriotas se encontraban sitiados por el enemigo –en un desfiladero en el caso de los griegos y rodeado por las cuatro salidas de la ciudad en el caso de Rancagua– lo que nos lleva al segundo punto en común, en que ante la evidente superioridad numérica del enemigo, ambos líderes –Leónidas y O´Higgins– deciden presentar batalla y no rendirse. Un tercer punto de similitud es cómo el enemigo logra la derrota de los defensores, que para el caso de las Termopilas fue la revelación del paso que conducía a la retaguardia del dispositivo griego (La traición de Efialtes) y en el caso de Rancagua, que tras el séptimo asalto español se logra romper la resistencia patriota y que coincidentemente con esto, se produce la retirada del general Carrera, que decide irse a Santiago con su unidad y no entrar a la ciudad. Este hecho particular es el que genera hasta hoy apasionados debates entre quienes defienden a uno u otro de los dos jefes patriotas; pues los o´higginianos atribuyen la derrota de Rancagua a este acto particular, mientras que los carrerinos afirman que el mejor punto para la resistencia patriota era la Angostura de Paine y que de todos los lugares que se podían elegir para presentar batalla, O´Higgins optó por el peor, ya que como había previsto el general Carrera, bastaba con cortarle las cuatro entradas para dejarlo encerrado y sitiarlo al interior de la ciudad, que fue lo que finalmente ocurrió.

Aún hoy, a más de doscientos años de la Batalla, la polémica no se zanja del todo y sigue generando estudios y debates que buscan esclarecer lo ocurrido y encontrar responsables de la derrota de Rancagua; y no es la intención de este texto resolver la polémica, sino que encontrar una relación que permita responder por qué se asocia Rancagua a las Termopilas y por qué este hecho de la antigüedad nos sirve de ejemplo para construir una identidad, y lo hemos respondido más arriba con las similitudes que encontramos, pero también hay una gran diferencia en el final de estas acciones, ya que Leónidas murió con sus hombres en la resistencia; mientras que O´Higgins logró escapar junto a algunos soldados y que tras su orden de “apretar por Cuevas” (que da origen al popular chilenismo “apretar cue’a” haciendo referencia al escape de una situación peligrosa) logra salvarse y llegar a Santiago para partir al exilio en Mendoza y continuar la resistencia, que es el cuarto hito que nos sirve para relacionar ambas acciones militares, dado que tras la derrota en las Termopilas los griegos logran la victoria sobre los persas en Salamina; mientras que los patriotas logran la victoria decisiva de Chacabuco en 1817, que sienta las bases del proceso que logra la Independencia posteriormente.

Así entonces, como lo ha realizado el Centro de Estudios Clásicos Giuseppina Grammatico Amari de la UMCE, y también Nicolás Cruz con Gabriela Huidobro, se presentan a la comunidad académica, textos que vinculan América y lo Clásico, y encontramos que la construcción de un discurso de identidad en el siglo XIX tiene relación con las fuentes clásicas, dado que en la biblioteca de los ideólogos de la Independencia se encontraban estos textos, y les sirvieron para construir su discurso y su relato. Y es esa la razón por la cual los autores de la independencia vincularon los hechos clásicos con los que se vivían en su presente a manera de ejemplo, que, como lo vimos en la relación de las Termopilas y Rancagua, se rescata el arrojo, el heroísmo, la inmolación y el patriotismo como inspiración de virtud en que se decide sacrificar todo en pos de un ideal más grande que la propia vida, como lo fue la lucha por la libertad en ambos casos.

Para profundizar ver:

1. BAÑADOS, Julio La Batalla de Rancagua. Sus antecedentes y consecuencias. (Rafael Jover Editor, Santiago, Chile, 1884)

2. CRUZ, Nicolás – HUIDOBRO, Gabriela (eds.) América y lo Clásico; Lo Clásico y América Latina (Ril Editores, Santiago, Chile, 2018)

3. HANSON, Víctor Davis. El Arte de la Guerra en el Mundo Antiguo. De las guerras persas a la caída de Roma. (Ed. Crítica, Barcelona, España, 2012)

4. OSORIO, Camilo – GUERRERO, Cristian. “Exequias dedicadas el día 4 de noviembre de 1817 por el Supremo Gobierno de Chile a la Ilustre Memoria de los mártires de la libertad en la Sangrienta batalla del 1 y 2 de octubre de 1814 en la ciudad de Rancagua” en Cuadernos de Historia Universidad de Chile, Nº 41 (Diciembre de 2014) versión digital en https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0719-12432014000200008

2 Comments

  1. Maria Raquel Landeros Matus dice:

    Mis más sinceras felicitaciones a Camilo, lo conoci en tiempos de universidad siempre se destacó por ser un alumno ejemplar, muy estudioso solo se dedicó a sus estudios.
    Siempre buscando información del ejercito, me alegro mucho por sus logros en los estudios estuviera su madre estaria feliz, de ver que su hijo va logrando un futuro maravilloso.
    Camilo cualquier día nos encontraremos ahy te felicitare.
    Estoy muy feliz y orgullosa de un alumno de la Universidad del Mar sede San Fernando Centro va llegando muy lejos y logrando su objetivo.

  2. Marcelo Villalba dice:

    .. Felicitaciones por el trabajo Camilo. Osorio

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