Negros en los cuerpos militares de Chile y Latinoamérica. Una revisión bibliográfica sobre la Colonia y la Independencia

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Un proceso paradigmático es el de la participación de afroamericanos en la Guerra de Secesión estadounidense de los años 1861-1865. En las dos últimas décadas, además de...

NEGROS EN CUERPOS MILITARES DE CHILE Y LATINOAMÉRICA. UNA REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA SOBRE LA COLONIA Y LA INDEPENDENCIA

POR

VALENTINA VERBAL STOCKMEYER(1)

Magíster en Historia, Universidad de Chile.

La celebración, en el año 2010, del Bicentenario de la Independencia de gran parte de los países de Latinoamérica fue el escenario propicio para que se renueven —y en algunos casos, inicien— estudios sobre la participación de los negros(2) en los ejércitos emancipatorios. Estos estudios también se han orientado a la participación de ellos en las milicias coloniales.

Interesante, de manera comparativa, es tomar en cuenta algunos estudios relativos al mundo anglosajón. Un proceso paradigmático es el de la participación de afroamericanos en la Guerra de Secesión estadounidense de los años 1861-1865. En las dos últimas décadas, además de trabajarse la vida cotidiana de los negros en este conflicto bélico, han surgido varios estudios sobre la participación militar de ellos en sentido estricto.

Algunos de estos estudios, abordan el reclutamiento de negros para dicha guerra, especialmente por el lado de la Confederación, y valoran su participación decisiva en el campo de batalla. Al igual que la mayoría de los trabajos latinoamericanos para la Independencia, hacen ver el olvido y la falta de reconocimiento hacia la participación bélica de este grupo étnico(3) .

MILICIAS COLONIALES

Para el caso de Hispanoamérica, el historiador español Juan Marchena Fernández define las milicias como “el conjunto de unidades regladas y de carácter territorial que englobaban al total de la población masculina de cada jurisdicción comprendida entre los 15 y los 45 años; se las consideraba un ejército de reserva y muy rara vez fueron movilizadas, salvo casos concretos de ataques exteriores, o con ocasión —cada vez más frecuentes en la segunda mitad del siglo XVIII— de tumultos, disturbios o sublevaciones de la población indígena o mestiza”(4) .

Pues bien, ¿cuál es el problema historiográfico predominante en los estudios sobre la participación de los negros en las milicias coloniales o previas a la emancipación? Claramente, los mecanismos o vías de ascenso social, derivados de su participación en las milicias y destinados a aminorar la discriminación de que, socioculturalmente, eran víctimas en la vida civil.

Una visión general en Latinoamérica sobre este problema es la entregada por Carmen Bernand, quien sostiene que las milicias constituían una vía para “salir de la casta”(5) . ¿Cómo se lograba esto? Mediante un conjunto de recompensas o beneficios, a saber: exención tributaria, fuero militar, uso de uniforme, etc. Además, no cabe duda que la pertenencia a las milicias era una fuente de prestigio social. Según Bernand, mediante su participación en las milicias, el negro tenía la posibilidad de dejar la mala imagen de soberbio, pendenciero y revoltoso. Y, aunque se le despreciaba en la vida civil, se valoraba su actuar en el ámbito militar: se le consideraba como valiente y leal.

Vinson, otro historiador importante en este tema, siendo especialista en la participación de afrodescendientes en México, ahonda, por ejemplo, en la institución del fuero militar como un privilegio de gran relevancia en términos prácticos. Sostiene que el fuero ofrecía un juicio menos arbitrario y con un procedimiento reglado; y que sus autoridades, como el auditor de guerra, tendían a valorar la participación de ellos en las milicias. O sea, la pertenencia a las milicias representaba una suerte, sino de eximente penal, al menos, de atenuante(6) . Otro aspecto destacable de la posesión de estos beneficios es su carácter vitalicio, extendiéndose hasta después del licenciamiento o retiro(7) .

LA INDEPENDENCIA

Al tratar el tema de la Independencia, gran parte de los autores latinoamericanos parten señalando la necesidad de superar una historia de los grandes héroes, desde arriba(8) . En general, estos autores hablan de la necesidad de que la historia oficial reconozca a los sectores subalternos, entre los que se encuentran los negros. Un concepto que en algunas obras se repite es el de “olvidados”(9) .

Pero ¿cuál es, esencialmente, el problema historiográfico abordado por los autores que trabajan la participación de los negros en la Independencia de los países latinoamericanos? En general, se preguntan si los afrodescendientes adhirieron lealmente al proyecto emancipador patriota o se trató de un apoyo instrumental para la consecución de intereses particulares. La mayoría se inclina a sostener que, para el caso de los esclavos, ellos participaron —más bien— por un interés personal, en busca de su propia libertad, es decir, con la finalidad de salir de la esclavitud(10) . Un trabajo interesante es el de Silvia C. Mallo que analiza el discurso argumentativo, tanto a favor como en contra de la libertad de los esclavos en el proceso emancipador en el Río de la Plata. Señala que, con posterioridad a 1810, “tanto los que argumentan en los juicios [de manumisión] a favor o en contra de la esclavitud, se refieren a los tiempos anteriores como los de tiranía y del despotismo, sosteniendo los primeros que aún entonces se libertaba a los esclavos aunque lo resistiesen los amos […]”(11) .

Una pregunta conectada al interés particular de los negros por participar del proceso emancipador es si entre ellos surgieron proyectos políticos “menores”, políticamente autónomos del proceso emancipador mayor. Esta posibilidad, obviamente, también cabría para los afrodescendientes libres, más posicionados socialmente que los esclavos. Y, en este sentido, algunos autores responden afirmativamente a esta pregunta, sosteniendo que entre los afros de los países emancipados se habrían gestado, al interior o con posterioridad a los procesos autonomistas, proyectos políticos menores o paralelos al de la Independencia propiamente dicha(12) . Al calificarlos de menores, estos autores hacen referencia a proyectos políticos locales o regionales, territorial y políticamente autónomos de los Estados centrales en formación. Un trabajo interesante, en el marco de este problema, es el libro de Alfonso Múnera, El fracaso de una nación, en el que refiere la autonomía inter-étnica a la que aspiraban los negros de Cartagena de Indias: “La declaración de Independencia absoluta de Cartagena no fue, como se complace en describirla la historiografía tradicional, el producto de las rencillas entre las elites piñeristas y toledistas [blancas, ambas]. El grado de tensión social que produjo el 11 de noviembre [de 1811] tenía componentes más complejos y, sin lugar a dudas, el más importante de ellos era el enfrentamiento entre la elite criolla y los negros y mulatos artesanos que aspiraban a la igualdad”(13) .

Una cuestión importante de constatar es que la mayoría de los autores que estudian la participación de los afros en la Independencia lo hacen desde un enfoque predominantemente político, dejando de lado o minimizando el factor militar. Una excepción a esta regla general, teniendo —a su vez— una mirada de conjunto de Latinoamérica, es la de Christine Hünefeld, quien da una visión desde lo militar en sentido estricto, por ejemplo haciendo referencia a los sistemas de reclutamiento(14) .

ESTUDIOS SOBRE CHILE

Los estudios sobre la participación de negros en cuerpos militares en Chile, resulta aún escasa. Ante todo, es importante considerar a los autores clásicos sobre la historia de la esclavitud negra en Chile. Tanto Gonzalo Vial como Rolando Mellafe no abordan de manera específica la participación de los negros en los cuerpos militares, salvo al nombrar y distinguir los distintos oficios que ellos ejercían(15) . Por su parte, otro autor clásico, Guillermo Feliú Cruz, se refiere a la figura del soldado José Romero, al que califica como “un mulato ilustre”(16) .

El Mulato Romero no solo sirvió en 1817, cuando se produjo la “Reconquista” patriota venida desde el otro lado de los Andes, sino que también lo hizo durante la Patria Vieja (1810-1814). Por ejemplo, en junio de 1813 participó, en Talcahuano, en el apresamiento de una nave española que traía refuerzos desde El Callao en ayuda del comandante Antonio Pareja, enviado por el Virrey del Perú, Fernando de Abascal. Feliú Cruz narra este episodio del siguiente modo: “[…]sorprendida la tripulación, que se encontraba sin medios de defensa, se entregó a sus captores, y correspondió a Romero ser uno de los primeros soldados en subir a bordo. Debiendo, todavía, cautelar el dinero que ascendía a cincuenta mil pesos, que allí se encontraba, y que para los patriotas constituía una buena presa”(17) .

Puede decirse que son tres los autores que han abordado de manera específica el tema de la participación de negros en los cuerpos militares en Chile: Boris Friedmann, Hugo Contreras, y Gabriel Sainz.

Friedmann, en una tesis de Magíster, sostiene que la misma estratificación social, eminentemente jerarquizada, se llevó al ámbito de las milicias. Es así como los estratos altos usaban de ellas como un signo de reconocimiento social (alardeaban de ser milicianos). Y, en cambio, en el caso de los trabajadores y gente de color, la participación en las milicias se asociaba a una forma de castigo, sea por haber cometido directamente delitos (delincuentes comunes, vagabundos, salteadores, etc.) o por ser víctimas, como en el caso de los negros, de graves prejuicios sociales, siendo catalogados como una suerte de “pre-delincuentes” o de delincuentes potenciales(18) .

Hugo Contreras, por su parte, afirma que la participación de los negros en estos cuerpos resultaba contradictoria. Por un lado, les implicaba gastos importantes, ya que debían armarse por sus propios medios, incluso financiar sus uniformes. Sin embargo, los aspectos positivos eran mayores que los negativos, por ejemplo, se presentaban como ciudadanos leales a la monarquía; y, lo más importante, gozaban de los mismos beneficios anteriormente señalados para el caso de otras provincias de Latinoamérica, a saber: exención tributaria, fuero militar, uso de uniformes, porte de armas, etc.(19) . Al igual que otros autores, Contreras destaca el prestigio social que emanaba del hecho de pertenecer y cumplir ciertos roles en las milicias. Y, profundizando en el tema del fuero militar, ahonda en la oposición a este beneficio de ciertos sectores elitarios: milicianos blancos, magistrados municipales, entre otros. Algo que resulta a primera vista sorprendente es que incluso algunos milicianos negros habrían alcanzado la oficialidad(20) .

Para el período de la Independencia, un importante aporte es la tesis de Licenciatura de Gabriel Sainz, titulada: Conformación y participación de los negros en los cuerpos militares durante el proceso de independencia de Chile (1810-1818): libertad y movilidad social, la cual se refiere de manera muy completa a la formación de los cuerpos militares durante el proceso emancipador y de la participación, en ellos, de negros. Siendo su enfoque básicamente institucional y no tanto operativo o táctico, y reconociendo que constituye un aporte en el primer plano, no trata a fondo el accionar de los integrantes de esta comunidad étnica en el campo de batalla(21) .

En un trabajo más reciente, Hugo Contreras, volviendo a trabajar el tema de la participación de negros en cuerpos militares, aborda la evolución del batallón de Infantes de la Patria. Destaca un aspecto interesante: que el desempeño de los Infantes mereció reconocimiento del general San Martín, recibiendo sus miembros distinciones y premios. Por ejemplo, algunos oficiales ascendieron al grado inmediatamente superior. Aunque, señala Contreras, estas distinciones habrían sido inmediatas a sus actuaciones en las batallas de Chacabuco y Maipú, no extendiéndose hacia adelante en el tiempo(22) . Por el contrario, las fuentes sugieren que la mayoría de los negros retornaron a sus condiciones originales, a la vida civil, confirmándose que después de la Independencia se habrían mantenido los mecanismos de desigualdad y discriminación hacia ellos.

Todas las obras aquí analizadas tienden a destacar, más bien, lo que los cuerpos militares hicieron por los negros y no tanto lo que éstos hicieron por los primeros. En ese sentido, ponen de relieve que este grupo étnico integró las milicias coloniales de Chile e Hispanoamérica como una vía de ascenso social. Asimismo, señalan que los negros engrosaron los cuerpos militares de la Independencia, en algunos casos como parte de un proyecto elitario mayor; en otros, como agentes de proyectos propios, aunque no trascendentes en el tiempo.

NOTAS AL PIE

1. Licenciada en Historia por la Universidad de los Andes y egresada de magíster en la misma disciplina por la Universidad de Chile.

2. Usamos el término negros en un sentido amplio, sin distinguir sus categorías específicas (por ejemplo: negro en sentido estricto, mulato, zambo, etc.). Tampoco lo usamos en un sentido despectivo. Se trata, como dan cuenta las obras que aquí revisadas, de un término aceptado por la historiografía, en buena medida por ser de uso general en el período colonial y de la Independencia. También, indistintamente, recurrimos al término afrodescendiente, aunque, importante es aclararlo, esta denominación es de uso reciente, por tanto, anacrónica en términos históricos.

3. Cfr. Jordan Jr., Ervin L., Black Confederates and Afro-Yankees in Civil War Virginia, University Press of Virginia, 1995. Glatthaar, Joseph T., Forged in Battle. The Civil War Aliance of Black Soldiers, Lousianna, Paperback Edition, 2000.

4. Marchena, Fernández, Juan, “El Ejército de América y la descomposición del orden colonial. La otra mirada de un conflicto de lealtades”, en MILITARIA. Revista de cultura militar, N°4, 1992, p. 63.

5. Bernand, Carmen, Negros Esclavos y Libres en las Ciudades Hispanoamericanas, Fundación Histórica Tavera, Madrid, 2001, pp. 146-153.

6. Vinson III, Ben, “Los milicianos pardos y la construcción de la raza en el México colonial”, en Signos históricos, 2000, p. 88.

7. Cfr. Barcia Zequeira, María del Carmen (2006), “Los batallones de pardos y morenos en Cuba (1600-1868)”, en Laboratorio de Desclasificación Colonial, V. 1, N° 2, p. 88.

8. Cfr. Chaves, María Eugenia, “Los sectores subalternos y la retórica libertaria. Esclavitud e inferioridad racial en la gesta independentista”, en Guillermo Bustos y Armando Martínez (Editores), La Independencia en los países andinos: nuevas perspectivas, Universidad Andina Simón Bolívar / Organización de Estados Iberoamericanos, Quito, 2004. Almario, Oscar, “Los negros en la Independencia de Nueva Granada”, en Heraclio Bonilla (Editor), Indios, negros y mestizos en la Independencia, Editorial Planeta, Bogotá, 2010, pp. 20-47. Múnera, Alfonso, “Negros y mulatos en la Independencia de Cartagena de Indias”, en Heraclio Bonilla (Editor), Indios, negros y mestizos en la Independencia, Editorial Planeta, 2010, pp. 84-96.

9. Rueda Novoa, Rocío, “Territorio, movilización e identidad étnica: participación de los esclavizados del norte de Esmeralda en las guerras de la Independencia”, en Heraclio Bonilla (Editor), Indios, negros y mestizos en la Independencia, Editorial Planeta, Bogotá, 2010, pp. 118-129. Bernand; Carmen, “Los olvidados de la revolución: el Río de la Plata y sus negros”, en Nuevo Mundo. Mundos nuevos, 2010. Disponible en Internet: http://nuevomundo.revues.org/58416 [último acceso: 03 de agosto de 2013].

10. Cfr. Bragoni, Beatriz, “Esclavos insurrectos en tiempos de revolución”, en Silvia C. Mallo e Ignacio Tellesca (Editores), Negros de la Patria. Los afrodescendientes en las luchas por la Independencia en el antiguo Virreinato del Río de la Plata, SB, Buenos Aires, 2010, pp. 113-130. Frega, Ana, “La patria me hizo libre. Aproximación a la conformación de los esclavos durante las guerras de la Independencia en la banda oriental”, en Silvia C. Mallo e Ignacio Tellesca (Editores), op. cit., pp. 171-186. Goldberg, María Beatriz, “Afrosoldados de Buenos Aires para defender a sus amos”, en Silvia C. Mallo e Ignacio Tellesca (Editores), op. cit., pp. 39-64. Mata E, Sara, “Negros y esclavos en la guerra por la Independencia, Salta, 1810-1821”, en Silvia C. Mallo e Ignacio Tellesca (Editores), op. cit., pp. 131-148.

11. Mallo C., Silvia, “Libertad y esclavitud en el Río de la Plata: entre el discurso y la realidad”, en Silvia C. Mallo e Ignacio Tellesca (Editores), op. cit., p. 73.

12. Cfr. Gómez, Alejandro E., “La revolución de Caracas desde abajo”, Nuevo Mundo. Mundos nuevos. Disponible en Internet: http://nuevomundo.revues.org/32982 [último acceso: 03 de agosto de 2013].

13. Múnera, Alfonso, “Capítulo VI. Los artesanos mulatos y la Independencia de la República de Cartagena, 1810-1816”, en el mismo, El fracaso de la nación. Región, clase y raza en el caribe colombiano (1717-1821), Editorial Planeta, Bogotá, 2008, p. 204.

14 Cfr. Hünefeldt, Christine, “Esclavitud, percepciones raciales y lo político: la población negra independentista en Hispanoamérica”, en Heraclio Bonilla (Editor), Indios, negros y mestizos en la Independencia, Editorial Planeta. 2010, pp. 270-289.

15. Cfr. Vial Correa, Gonzalo, El africano en el Reino de Chile, Universidad Católica de Chile, Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. Instituto de Investigaciones Históricas. Santiago, 1957, p. 39. Mellafe, Rolando, La Introducción de la esclavitud en Chile. Tráfico y Rutas, Universidad de Chile, Santiago, 1959, p. 99.

16. Feliú Cruz, Guillermo, La abolición de la esclavitud en Chile. Estudio histórico y social, Editorial Universitaria, Santiago, 1973, p. 117. La primera edición de esta obra es de 1944. La figura de este personaje —adscrito, en el período pre-emancipatorio, al batallón de Pardos, y, en la Independencia, al de Infantes de la Patria— es retomada de manera sucinta por Claudia Arancibia: “Un soldado de la Independencia”, Revista de Historia Militar, Nº 4, pp. 14-16.

17. Feliú Cruz, Guillermo, op. cit., p. 130.

18. Cfr. Friedmann Encina, Boris David, “Historia de las milicias de pardos en Chile”, tesis para optar al grado de Magíster en Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile, Santiago, 1992. Inédita.

19. Cfr. Contreras, Hugo, “Milicias de Pardos y Morenos Libres en Santiago de Chile en el siglo XVIII. 1760-1800”, en Cuadernos de Historia, Nº 25, 2006, p. 2.

20. Cfr. Ibid., p. 7.

21. Saiz, Gabriel, “Conformación y participación de los negros en los cuerpos militares durante el proceso de independencia de Chile (1810-1818): libertad y movilidad social”, tesis para optar al grado de Licenciatura en Historia, Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile, Santiago, 2011. Inédita.

22. Cfr. Contreras, Hugo, “Artesanos, mulatos y soldados beneméritos. El Batallón de Infantes de la Patria en la Guerra de la Independencia de Chile, 1795-1820”, en Historia, Volumen 1, 2011, pp. 54 y 55

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2 Comments

  1. Gabriel Alliende Figueroa dice:

    Excelente trabajo, el tema en lo general, no está investigado con la rigurosidad histórica necesaria. Se asegura que en las tropas coloniales hubo cuerpos de pardos, e incluso en las primeras unidades de la patria vieja también hubo representación de ellos, extendiéndose su presencia hacia el ejército de Los Andes, donde la constancia histórica, en especial de la historiografía argentina los reconoce como pardos chilenos y argentinos.. Leopoldo R. Orstein en su texto La Campaña de Los Andes del círculo militar biblioteca del oficial, así lo explica, hubo incluso esclavos que estuvieron en el cruce de Los Andes, Chacabuco, Campaña al sur Talcahuano y batalla de Maipo.

  2. Candela dice:

    Esta genial el articulo. Reciba un cordial saludo.

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